domingo, 22 de enero de 2023

Tuyo

He pensado en la mejor forma de hacerte esta propuesta,
me he imaginado reguntando antes a tus niñas
si aceptan a este intruso, para estar en sus vidas,
para seguir con los juegos en las tardes,
con las charlas en las noches, con los planes a futuro,
para abrazarles en las mañanas
o darles el beso de buenas noches,
hablándoles sobre mis días e inquietándome por los suyos,
para amarles también a ellas y disfrutar
de sus sonrisas, de sus bailes, de sus historias.

He pensado coordinar con tu familia y amigas,
para darte mensajes de alguna de las tantas cosas
con que me alegras el alma,
tal vez con flores o acompañados de canciones,
pero sé que te gusta ser reservada
y descarto esa idea.

He pensado en que tengamos la oportunidad de estar a solas,
que cenemos de esas "antidietas" que te tientan,
dándonos el tiempo de hablar bajo las estrellas
y que interrumpa el momento con un discurso,
con la reiteración de que te amo,
de los miedos que despejas cuando me miras,
llevando a las palabras este desconcertado sentimiento.

He pensado en muchas cosas y he hecho algunas cuantas,
pero lo que quiero proponerte, mujer directa y sensata,
es que quiero compartir mi vida contigo,
que me gustaría acompañarte en tu rol de madre,
de hija, de maestra, de soñadora, de piloto,
de viajera, de amiga, de humana,
que me alegraría tanto la vida que me des la fortuna
de estar en tus pensamientos, en tus proyectos,
en tus sentires, en tu vida,
en esencia ¿quieres que seamos novios?
no por un rato, no solo para los momentos buenos,
no solo mientras se pueden las cosas, 
no para intentarlo sino para hacerlo posible,
para ser contigo y con tus dos princesas,
una familia.



Sin título

La decapité rápido y sin miedo,
quería desaparecerla por completo
porcionar su cuerpo y devorarlo lentamente.

Había odiado su canto en los últimos días,
no soportaba verla caminar por la casa
y que su mirada brillante me atormentara.

Esos ojos de color miel me llenaban de preguntas,
parecían retarme, me increpaban, me dejaban mudo.

Llevábamos mucho días distanciados,
ya no me saludaba en las mañanas,
ni podía acariciarle en las tardes.

Ya no me acompañaba cuando salía a trabajar,
y entre los cafetos no escuchaba sus pasos,
no molestaba moviendo las hojas,
ni corría asustada cuando caía alguna rama.

Temía perderle, temía que desapareciera pronto,
que pudiera hacerse a otros paisajes y me dejara,
tenía el miedo en mi puerta y la desesperación me tentaba.

Por ello preferí matarle,
y no me dolió llenar mis manos con su sangre,
ni arrancar su corazón cuando aún estaba caliente,
preferí desvanecer su cuerpo dentro del mío.

Que los ácidos de mi estómago la aniquilaran
y me dieran lo mejor de ella, para alimentarme,
para que ya no fuera más solamente una gallina,
convertiéndose entonces en sopas, en guisos y en asados.

Un té de manzanilla

¿Puede el arroz realmente saciar el hambre de quien lo consume?
No lo sé con certeza,
pero sí sé que hablamos de la sopa de la abuela
o que existen los caldos que curan el guayabo,
sé que muchos necesitan de arepas al desayuno 
y otros aman preparar el sancocho junto al río.

Que para iniciar el día es necesario tomarse un cafecito,
y que en las mesas donde comen dos pueden comer tres,
pues acá se levantó la gente a punta de colada 
y que la guayaba servía para calmar la acidez.

Y aunque parezca poco o sea un sobrante,
lo que nos llena es ganarnos el sorteo
del pegao, la pega o el cucayo.

sábado, 25 de julio de 2020

Un verso

¿Será que recordarte siempre será lo mismo?
¿Sentir tu aroma cerca a mí, delirio de perfumes de azucena,
contemplar tu figura iluminada por la luz que viene desde la ventana,
girar en la mañana y verte tiernamente dormida a mi lado,
escuchar la música de tus zapatos, danza ritmica de tus pasos,
abrigarme con el cálido ajetreo de tu pecho al abrazarnos,
estar contigo en la distancia, vivir contigo desde el alma?


domingo, 31 de mayo de 2020

Ínfulas de escritor

Es majestuoso como aprendo que las palabras no me pertenecen,
no son lo que hablo, ni lo que escribo, o lo que escucho,
jamás se quedan quietas,
se mueven entre los carteles,
se arrugan con los papeles o se borran,
navegan entre algoritmos o vuelan por el aire,
y se pierden o reaparecen.

He pensado muchas palabras que he querido escribir,
como también he escrito muchas palabras que olvidé,
y ahora, luego de muchos eneros envuelto por sus letras y signos,
acepto libre y voluntariamente que nunca he escrito,
que todo esto es un simple juego del lenguaje,
donde usted percibe algo en esto que yo simplemente digo.


sábado, 16 de mayo de 2020

Ahora soy

Tonto, estúpido, idiota, pusilánime,
malvado, inhumano, putrefacto,
egoísta, pendejo, absurdo, imbécil.

¿Habrá un adjetivo peyorativo adecuado,
completamente apropiado,
para el grotesco ser en que me he convertido?

Ya no me reconozco,
quedan apenas pocos vestigios
de ese inteligente y precavido muchacho
que alguna vez fuí.

Desprovisto de toda virtud, así me veo,
emapado en lamentos absurdos.
Arrepentirme me conmueve, me autoconsuela.

Llevé tantos años pretendiendo ser perfecto,
que cuando la verdad me golpea de frente,
noto a manos llenas que ya no soy,
peor aún, ahora soy todo lo que odié.



martes, 12 de mayo de 2020

Nacimiento

Pensar en la muerte
me parece triste y terrorífico.
Triste, porque notamos
que la esencia de lo que realmente somos
está más allá de este cuerpo,
pero necesitamos de él para ser.

Triste, porque se van las voces,
porque desaparecen estos contenedores
o los sepultamos,
triste, porque los recuerdos nos llueven
y la memoria no olvida.

Triste, porque perdemos el tiempo
pensando en el tiempo que perdimos,
triste, porque nos arrepentimos de tanto
que algunos hasta se arrepienten de estar vivos,
como si ellos lo hubiesen elegido.

Pero para mí lo más grave,
es que todo esto es terrorífico,
pensar en la muerte es lo peor que puedo hacer,
porque entiendo que para llegar a ella
solo necesito estar vivo.